Celebramos el día internacional del cómic con los alumnos y alumnas de segunda ESO. Rafa, como guionista y Loli como dibujante, nos explican cómo crearon el cómic sobre Clara Campoamor.
El cómic nos ofrece un recorrido biográfico desde los primeros años de vida de Clara Campoamor, y hasta su muerte. Y como hilo conductor, el cómic nos traslada a los años ochenta, a la redacción de un periódico, en donde conocemos a Marta, que se está encargando de redactar un artículo sobre Clara Campoamor. Es precisamente el proceso de investigación, documentación y redacción del artículo lo que nos conduce al relato biográfico de Clara Campoamor.
En las primeras décadas del siglo XX se difundió por Europa un nuevo modelo de mujer, caracterizada por el acceso a la educación, una mayor diversificación laboral y su independencia económica. La mujer abandonó el ámbito doméstico y empezó a proyectar un nuevo rol social alejado de la maternidad y el cuidado del hogar, y con una mayor implicación cultural y política. Las nuevas mujeres abandonaron el puritanismo tradicionalista y se mostraron más autónomas, independientes y desenvueltas; muy alejadas del ideal femenino impuesto tras años de sometimiento. Todo ello asociado a una mayor preparación escolar, una formación profesional más adecuada y el acceso de la mujer a la universidad. Aunque lo cierto es que su presencie siempre fue testimonial. El cómic de Meik y Rafael Jiménez da buena cuenta de ello.
Clara Campoamor
El cómic que da inicio a esta nueva colección de biografías en viñetas ofrece un interesante recorrido por la vida y obra de Clara Campoamor; que nos sirve para ver los cambios político-sociales que se vivieron en España desde finales del siglo XIX, y hasta la primera mitad del siglo XX. España vivió la caída de una monarquía, una guerra civil, una república, dos dictadores, y una larga posguerra que sepultó las aspiraciones de la mujer. Clara Campoamor es posiblemente uno de los mejores personajes para explicitar estos cambios.
De origen humilde, sus padres siempre procuraron darle una educación adecuada para que se convirtiera en una chica de provecho. Y la muerte de su padre no impidió que su madre se preocupara de su educación. Clara Campoamor estudió al mismo tiempo que trabajó para ayudar económicamente a su madre, opositó para el cuerpo de auxiliares femeninas de telégrafos, y aprobó. A partir de aquí cambió su vida.
Primero ejerció como taquígrafa, trabajó como profesora, realizó traducciones, colaboró asiduamente con la prensa y empezó a frecuentar los ambientes intelectuales de Madrid. Se afilió al sindicato de periodistas, terminó sus estudios de abogacía, y en poco tiempo se convirtió en un referente del nuevo modelo de mujer. Con todo, su acceso a la política no extrañó a nadie. Clara Campoamor impartió cursos y conferencias, dio discursos y participó en charlas y debates defendiendo el librepensamiento, la emancipación de la mujer y su acceso a la política.
Victoria Kent y Clara Campoamor cara a cara
Pero el momento cumbre de su carrera política llegó el 1 de octubre de 1931, en el seno del debate de la Asamblea Constituyente. Aquel día se debatía sobre la conveniencia del derecho al voto de las mujeres. Victoria Kent y Clara Campoamor protagonizaron un intenso debate sobre el sufragio femenino. Hasta el momento en el debate solo se había escuchado a hombres que argumentaban en contra del voto de la mujer, o lo defendían con condiciones (solo para mujeres casadas, solo para mujeres que hubieran cumplido los 45 años, etc.) Victoria Kent y Clara Campoamor se enfrentarían en un debate encendido, con posturas enfrentadas, pero ambas respetando los derechos de las mujeres y defendiendo la igualdad y la república. Sin duda, el cómic ofrece en este punto un interesante reflejo de cómo debió de ser la jornada en el hemiciclo aquel día.
Clara Campoamor fue el resultado del impulso de una cultura librepensadora, liberal y cosmopolita. Perteneció a una generación de jóvenes talentos que se enfrentaron ideológicamente al estallido de la guerra y a su posterior dictadura. Una intelectualidad que en gran medida se perdió por culpa de una larga dictadura franquista que relegó a la mujer a sus labores domésticas y familiares. Leer este cómic ayuda en parte a comprender la importancia que todavía hoy tiene la lucha por la igualdad de hombres y mujeres.