A finales de marzo nuestros alumnos de 4ºESO disfrutaron de su viaje de fin de etapa, tras casi 13 años en nuestro colegio salesiano de Carmona. Un viaje a Turín y Milán. Un viaje al origen de la obra salesiana. Un viaje que posiblemente quede en el recuerdo de nuestros chavales, una experiencia que nunca olvidarán.
Tuvimos la suerte de que el tiempo nos acompañara, lo que hizo que la experiencia fuera aún mejor. Turín, una ciudad marcada por la industria automovilística, las grandes plazas con estatuas ecuestres y el río Po que la cruza, nos acogió con la bella estampa de los Alpes nevados de fondo.
El barrio de Valdocco se sitúa actualmente muy cerca del centro histórico de la ciudad. Los mercados, con amplios grupos de migrantes llenando sus puestos de todo tipo de productos, hacían que la actividad comercial envuelva las calles de lo que un día fueron verdes campos.
Visitar en Turín el primer oratorio de Don Bosco, la capilla Pinardi o la de San Francisco de Sales fue una experiencia muy emotiva. Allí en Valdocco, pudimos comprobar el inicio de la obra salesiana y cómo, tras más de 200 años, la devoción a María Auxiliadora se mantiene en la gran basílica que Don Bosco mandó construir.
Al día siguiente pudimos visitar el Colle Don Bosco, la colina donde un niño, llamado Juan, nació y vivió sus primeros años de infancia y juventud. Disfrutamos de un día magnífico visitando la casa natal de Don Bosco o el prado donde discurre el sueño de los 9 años. Un lugar donde la referencia a Mamá Margarita la encontramos en todos los rincones. Un lugar de peregrinación para todo aquel que siente el espíritu salesiano en su vida.
Ya en Milán disfrutamos de una espectacular visita al Lago di Como y a las cubiertas de la catedral. Un día muy intenso, pero donde disfrutamos de la convivencia con los alumnos también del colegio de la Palma del Condado.
Ha sido un broche muy especial a muchos años vividos en nuestro colegio salesiano de Carmona. Un colegio que será siempre nuestra casa. Una casa que nos enseñó a tener siempre presente a Don Bosco y a María Auxiliadora, que nos acompañarán el resto de nuestras vidas.