El viaje ha sido una experiencia única, ya que era la primera vez que hacíamos algo fuera de España durante un tiempo tan prolongado conviviendo todos los compañeros. Al final se nos ha hecho corto.
En primer lugar, vamos a hablar sobre el avión, ya que ésta ha sido la primera vez viajando por este medio para la mayoría de nosotros. Muchos estábamos nerviosos, teniendo en cuenta también que no estábamos sentados con ningún conocido. Por ejemplo, uno de nosotros tuvo que sentarse durante las casi tres horas de viaje entre dos ancianos italianos, una situación incómoda. Otra de las cosas que ocurrieron fue que, al bajar del avión y subirnos al autobús privado, estábamos todos tan emocionados que no se escuchó ni un minuto el silencio durante las dos horas que viajamos (incluso a una compañera se le olvidó el bolso en el asiento).
Haciendo un resumen de los alojamientos en los que hemos estado, el primer hotel, Combo Milano, en Milán, era muy espacioso, acogedor y moderno; mientras que el segundo y último, Casa Mamma Margarita, en Turín, era algo diferente y no tanto a nuestro gusto.
Pero algo bueno de ambos sitios es que por las noches ocurrían visitas en las habitaciones entre personas de distintos colegios, ahí cuando nos surgieron ideas como encontrarnos en las máquinas expendedoras a las 3 de la madrugada.
Algo con lo que tenemos que ser honestos es con la comida, ya que en todos los lugares (menos el día en que comimos pizza y en el que fuimos al McDonalds, que fueron los únicos días que no hubo quejas) nos hartamos de comer pasta, focaccia o filetes.
Volviendo a un buen tema, tenemos que contar lo bonito que eran los sitios visitados en Milán y Turín; como el más asombroso, la Galleria Vittorio Emanuele II y muchos más lugares como el Duomo, la casa de Don Bosco, la basílica de María Auxiliadora, el Museo Nacional del Automóvil, algunas plazas… y las calles tan bonitas de ambas ciudades que, junto al paisaje, estaban llenos de vegetación como grandes cerezos.
Sinceramente nuestra opinión de esta experiencia es mayoritariamente positiva, sobre todo por la convivencia que hemos tenido con nuestros compañeros y el otro colegio salesiano de la Palma, ya que hemos tenido muchos momentos llenos de risas y diversión que han hecho que el último día casi lloremos al tener que separarnos ya que nos hemos dado cuenta que los vamos a echar mucho de menos a ellos y a Italia.
Podemos contar muchas anécdotas como cuando en la plaza del Duomo en Milán las palomas pasaban tan cerca de nuestras cabezas que la mitad de nosotros nos asustamos y terminamos huyendo del sitio; hay muchas más, pero nos llevaríamos el día entero.
Con esto concluimos, esta experiencia ha sido única y para repetir.
– Jesús Camacho Pedrera
– Gema Carmona Núñez
– Paula Martínez Buzón
– Margarita Cantero Durán